jueves, 29 de octubre de 2020

Pensar estadis-críticamente”


Sin duda que como futuros docentes nuestra labor no solo estará orientada a la “transmisión” de contenidos, sino que también a propiciar un ambiente para desarrollar habilidades y actitudes. En este sentido, Skovsmose (1999) plantea que como la matemática puede caracterizarse como un lenguaje, entonces se convierte en un instrumento para el desarrollo del conocimiento y en un intérprete de la realidad social. Así mismo, señala que “El proceso de enseñanza–aprendizaje debe orientarse hacia el objetivo de ofrecer a los estudiantes oportunidades para desarrollar su competencia crítica bajo la forma de cualificaciones necesarias para su participación en los procesos de democratización de la sociedad” (p. 70).

De la misma forma en que Ole Skovsmose habla de la matemática y el pensamiento crítico, este último puede hacer una simbiosis con el pensamiento estadístico. Al respecto, Cabrera, Tauber y Fernández (2020) plantean que ambas en conjunto forman una sinergia “que es más que cada uno de ellos por separado obteniéndose como resultante un pensar estadís-crítico” (p. 93).

En la línea de lo anterior, consideramos especialmente importante la educación estadística y un pensamiento crítico capaz de interpretar la realidad para transformarla. En ese sentido, “es preciso que las coreografías didácticas que diseñemos, consideren como escenarios esenciales a las situaciones y conflictos que nuestros estudiantes transitan en su cotidianeidad, como también aquellas situaciones que movilizan a toda la comunidad educativa” (ibídem, p. 104).

Referencias

Cabrera, G., Tauber, L. y Fernández, E. (2020). Educación Estocástica para pensar estadís-críticamente. Matemática, Educación y Sociedad, 3(2), 89-109. 

Skovsmose, O. (1999). Hacia una filosofía de la educación matemática crítica (Trad. P. Valero). Una empresa docente. Universidad de Los Andes, Bogotá. Recuperado de: http://funes.uniandes.edu.co/673/1/Skovsmose1999Hacia.pdf

La Educación y una nueva Constitución

 





Palestino y Palestina

El club deportivo Palestino fue fundado en Osorno el 20 de agosto de 1920 por inmigrantes palestinos, quienes llegaron originalmente a Chile producto de las Guerras de Crimea, de los Balcanes y la Primera Guerra Mundial. Como los palestinos eran puestos en la primera línea en las guerras, ya que eran enlistados obligatoriamente en el servicio militar del Imperio Otomano, al llegar a Chile se les denominaba turcos, ya que su pasaporte provenía de este lugar.

¿Pero por qué fue fundado en Osorno? En esta ciudad, se celebraban unas olimpiadas de colonias extranjeras entre las que se encontraban españoles, alemanes e italianos, por ejemplo, y los inmigrantes palestinos fundaron el club para participar de la misma forma en como lo hacían estas colonias. Desde ese entonces, Palestino ha conquistado 3 copa Chile, 2 títulos de segunda y de primera división.

Es claro que el club deportivo Palestino, no se trata solo de un nombre que porta un equipo de fútbol, sino que existen diversas formas en que el club manifiesta su identidad nacional con Palestina. Ejemplo de esto son los colores de la camiseta y la bandera del club que es la misma que Palestina.

Si bien el club no tiene una política institucional que declare las reivindicaciones independentistas de Palestina, en el 2014 el número 1 de la camiseta emulaba el territorio que le perteneció históricamente hasta 1946, hoy invadida por el Estado de Israel. Esto provocó tal indignación en la embajada de Israel, que la ANFP obligó a Palestino a quitarla, sin embargo, la figura del territorio fue puesto además, en la parte anterior de la camiseta, pero sin ser usada en el campeonato.

Este pequeño gesto, generó tal revuelo que apareció en medios de comunicación internacionales y aunque la camiseta no pudo ser usada en el campeonato, sí pudo ser comercializada, generando pedidos de diversas partes del mundo aumentando en gran medida sus ventas. Y aunque parezca un mínimo gesto, de alguna forma da sentido a los aproximadamente 500.000 palestinos que viven en Chile, siendo la mayor concentración que existe fuera de Oriente Medio. No es menor el hecho de que en el estadio de Palestino ubicado en la comuna de La Cisterna, se encuentre ondeando libremente y sin problemas la bandera de Palestina.

Finalmente, el club se convierte en una historia viviente al otro lado del mundo de la causa Palestina llegando incluso a viajar a ese lugar en el año 2016 para disputar partidos amistosos y conocer la realidad del territorio. Además, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina en una carta cuando Palestino alcanzó fases avanzadas de la copa libertadores, señaló que:

“Habéis hecho historia tanto para Chile como para Palestina, llevando y levantando nuestra bandera a la cumbre del fútbol de Latinoamérica, y así, llenando de sonrisas las caras de niños palestinos que sienten ese club como su segundo equipo nacional. (...) Esperamos el momento en que puedan jugar en Palestina, ojalá en una Palestina libre. recordad que sois más que un equipo de fútbol, representáis a toda una nación.”




Fútbol como instrumento de la política en Chile

Para todos es sabido, que el fútbol como deporte e institución mueve a las masas. Debido a esto, no resulta extraño en señalar que este ha sido un utilizado por los distintos sectores políticos de Chile.

Lo anterior se remonta a la década de 1930, época en donde el fútbol provocaba el interés masivo de la sociedad. En donde Colo-Colo, se transformaría en la presa predilecta dé los políticos, dado a su éxito y a su ser un club identificado con el pueblo y la chilenidad. Lo que llevaría a que en esa misma década se comenzará la tradición en la cual el presidente de la república se transformaría en presidente honorífico de dicha institución.

Con lo anterior también cabe mencionar la construcción del estadio nacional entre 1937 y 1938, bajo el principal (y quizás único) pretexto deportivo de la época como lo puede ser su utilización para los grandes eventos futboleros de la época. Al mismo tiempo que el gobierno impulsaba la formación de diferentes clubes de barrio.

Con el gobierno de Jorge Alessandri, se utilizará el mundial de 1962 como una manera de dejar atrás la tragedia que había afectado a chile solamente 2 años atrás como lo fue el terremoto de Valdivia. Para aquello se dispuso convenientemente a la reconstrucción de las ciudades de Santiago, Viña del Mar, Arica y Rancagua, quienes eran las sedes de dicho mundial.

Para el año 1973 Colo Colo , el equipo popular, llega a la final de la copa Libertadores, un hecho inédito para los equipos chilenos de la época, él apoyaba la hinchada y de la población en general era algo transversal en todo el país. Como dijo Caszely (como se citó en Gómez, 2009), “Colo Colo unía al país: los hinchas llegaron en familia, el estadio era una fiesta”.

Situación que contrastaba con los tiempos difíciles que se Vivían para la época. Con una crisis económica y una polarización radical en el ámbito político-social. El único suspiro a este tenso ambiente consistía en los triunfos del equipo popular ya sea en el campeonato nacional o en la Libertadores.

Frente a ello los triunfos de Colo Colo se convirtieron en un alivio para el entonces presidente Salvador Allende, en donde este comenzaría un acercamiento al equipo popular invitándole varias veces al palacio de gobierno y como cuenta el Dt de la época Luis Álamos, en donde antes de los importantes partidos el recibía la llamada del presidente en donde este le decía “ojalá que ganen, para mantener unido al país”(El Mostrador,2013)

“De esta manera, se establece que el fútbol, en este caso representado por Colo Colo, forjó un vínculo especial con el poder político, representado por el Presidente Allende, en un contexto político-social bastante convulsionado por la crisis económica y política que vivía el país” (Jerez,2018,22).

Con la pérdida de la final comenzará a orquestar el golpe militar con el “tanquetazo”, para luego vivir un periodo de calma antes de la tormenta, en donde el fútbol sigue siendo el hito de unión nacional al afrontar las clasificatorias para el mundial de 1974, en donde la selección le ganaría al combinado del Perú para ir a jugar el repechaje frente a la Unión Soviética.

Con la llegada del golpe y dictadura militar el fútbol seguiría siendo una herramienta en la política. Con el partido de vuelta del repechaje, jugado en chile el día 21 de septiembre, en donde la selección de la Unión Soviética decide no venir a jugarlo debido a las graves diferencias políticas. La dictadura no dejó pasar esta oportunidad para mostrar su poderío en que alguna vez fue un aliado ideológico de Chile. Se elaboró un montaje en donde se hizo “jugar” a la selección en el estadio nacional, que es esos días era centro de tortura por parte de la dictadura. El montaje consistía en fotografiar el gol de Chamaco Valdés le propinaba a la selección Soviética, en un arco vacío, lo que calificaría el mismo protagonista del gol como su vergüenza más grande. Con ello se alzaba una vez más el poderío de la dictadura militar frente a los marxistas.

Tras el partido fantasma, la dictadura seguiría adentrándose en el fútbol chileno, influyendo en las elecciones presidenciales de la Asociación Central de Fútbol, lo que sería la ANFP de aquella época, al instaurar como presidente al comandante de carabineros Eduardo Gordon Cañas. Tras la ACF la dictadura seguiría influyendo en las directivas de los equipos más grandes Colo Colo, Universidad Católica Y la Universidad de Chile en donde esta última se separaría de forma permanente con la institución educativa.

Con la llegada del plebiscito del 1988. El jugador Carlos Caszely vuelve a la vida pública tras su retiro en 1985, que de por si fue polémico y político. Para Caszely esta no sería la primera vez que se pronunciaba en la política, ya lo había hecho en el 73, al apoyar a los candidatos Comunistas en las elecciones de ese año. Y al no dar su mano cuando Pinochet fue a despedir al seleccionado chileno rumbo al mundial del 74. Esto debido que tras llegar se había enterado que su madre había sido detenida y torturada por la dictadura. Hecho que reflotaron en la campaña del No como una forma de mostrar los horrores que habían ocurrido en el régimen.

Volviendo a su despedida en el estadio nacional con 90 mil hinchas, en donde abundaban las pancartas comunistas. Por lo cual la dictadura prohibió su transmisión por la televisión, pero no así por radio en donde se podía oír a los cánticos de la hinchada ! Y va a caer! ! Y va a caer!, haciendo alusión a la dictadura convirtiéndose así en uno de los actos políticos contra la dictadura más potentes


Por último cabe mencionar la utilización de la imagen publican de unos de los máximos artilleros del combinado nacional como lo fue Iván “BamBam” Zamorano, como rostro del nuevo sistema de transporte que reemplaza las antiguas micros amarillas, el Transantiago. El rol de Iván era de explicar a la población el cambio radical del sistema de transporte y de como este iba a funcionar, esperando a su vez un rostro que inspirara confianza con que el cambio de sistema iba a salir viento en popa. Sin embargo, tras la fallida implementación del sistema el rostro que alguna vez inspiró confianza en el sistema se transformó en el blanco de las críticas, lo que lo llevó a la pérdida de credibilidad de su persona y a su desaparición de la vida pública por algunos años.



Referencias

Prensafubol . (25 de Octubre 2019). Fútbol y política de la mano: De Colo Colo ’73 al no saludo de Bielsa. Obtenido de https://www.prensafutbol.cl/316210-futbol-y-politica-cuando-se-rompen-las-barreras-del-deporte-bielsa-colo-colo/

ElMostrador. (9 de Septiembre 2013). Colo Colo 73: el equipo que pudo atrasar el golpe. Obtenido de https://www.elmostrador.cl/cultura/2013/09/09/colocolo-73-el-partido-que-pudo-atrasar-el-golpe/

Raul Jerez Vergada. (17 de Julio 2018). Fútbol como objeto de deseo del poder político en Chile Los casos del Colo Colo 73 y Carlos Caszely. Universidad Andres Bello. Obtenido de http://repositorio.unab.cl/xmlui/bitstream/handle/ria/10431/a128175_Jerez_R_Futbol_como_objeto_de_deseo_2018_tesis.pdf?sequence=1&isAllowed=y


Las barras bravas y su rol en el estallido social: los de abajo, la garra blanca y los cruzados unidos por el mismo motivo

Si bien las barras bravas son aquellas que apoyan incondicionalmente al equipo de sus amores respectivos en el mundo del fútbol, éstas han siempre destacado por las numerosas trifulcas que protagonizan fuera de la cancha y del espectáculo del deporte rey en nuestro país. Estas bravas barras se encuentran conformadas por hinchas de los clubes deportivos Universidad de Chile (Los de Abajo), Colo Colo (Garra Blanca) y Universidad Católica (Los Cruzados).

Sabemos que el 18 de Octubre del 2019 ocurrió un evento que quedó marcado en la historia de Chile, un enorme estallido social que generó a su vez la oportunidad de cambiar la constitución de este país. Este estallido social se caracterizó por las grandes manifestaciones y concentraciones multitudinarias de gente con distintas culturas, partidos políticos, pero con una misma causa en la ex Plaza Italia (actual Plaza Dignidad).

Estas tres barras bravas anteriormente mencionadas han compartido en este mismo lugar las diversas protestas sociales con un mensaje claro y preciso para el gobierno y para todos los chilenos: “la unión hace la fuerza”. Cánticos, bombos, fuegos artificiales y otros elementos de animación, han sido utilizados para demostrar que lo que el gobierno había intentado separar durante mucho tiempo con leyes cómo la del “Estadio seguro”, no ha sido tomado en cuenta por estas barras y sólo ha generado una unión que todo el pueblo chileno jamás pensó que ocurriría.


Miles de imágenes han demostrado que las barras bravas pueden celebrar, defender y luchar por diversas demandas en apoyo al pueblo, organizándose entre ellas tanto por un objetivo social y político. El impacto que generó esta alianza en pleno estallido fue tal que motivó a los ciudadanos a participar aún más en las diversas actividades que se realizaban en aquellos días en Plaza Dignidad. Fue el comienzo de otras alianzas, el cual de enemigos naturales generado por el deporte, lograron dejar aquellas rivalidades de lado y comenzaron así un lema de que este estallido social está por encima de todo lo demás. Somos rivales no enemigos.

Rivalidad Colo Colo vs Universidad de Chile durante dictadura

La rivalidad entre los clubes deportivos de Colo-Colo y Universidad de Chile, al igual que sus hinchadas, existe desde siempre, pero muchas personas coinciden en que todo empeoró en el año 1959 cuando en la final del campeonato de la primera división de Chile, la Universidad de Chile venció a Colo-Colo. Durante los años 60’ la dinastía de la Universidad de Chile continuó, creándose el “Ballet Azul”, refiriéndose al buen desempeño en la cancha, llegando incluso a ser considerado uno de los mejores equipos de fútbol de Latinoamérica junto al Santos de Pelé. La época dorada de la U. Todo terminó en la década de los 70’, donde comenzó la decadencia de este club deportivo, llegando a incluso bajar de división en el año 1989.

¿Qué sucedió entre 1969 y 1989 en Chile que influyó en el desempeño de la Universidad de Chile?

Desde la perspectiva de un hincha de la Universidad de Chile, el comienzo de la dictadura de Pinochet en el año 1973 fue la perdición para ellos. Pero, ¿por qué? ¿Qué relación puede tener el fútbol con la dictadura de Pinochet?

Pues, Pinochet pertenecía a la hinchada del club de fútbol Colo-Colo, rival eterno de la Universidad de Chile. Augusto Pinochet, dictador de Chile entre los años 1973-1990 era tan fanático de este club que creó e hizo posible la Colotón, una recaudación de fondos para mejorar el equipo del Colo-Colo y financió el término del estadio Monumental. Eso es lo que se sabe que hizo por el equipo en público, pero la hinchada de la Universidad de Chile asegura que hizo mucho más que eso. 

            



Confiscó el terreno y el estadio que se iba a construir para la Universidad de Chile, dejándolo abandonado en Iquique. Hizo que la Universidad de Chile quedara en manos de militares, quienes, en sus propias palabras, llevaron el club a la quiebra, gastando dinero de manera innecesaria, guiando mal tanto las finanzas como las estrategias en la cancha del club y haciendo que bajara de división.

Pero, ¿qué tiene que ver esto con la ciudadanía? La respuesta es sencilla. Las hinchadas de fútbol del Colo-Colo y la Universidad de Chile representaron la polaridad política en tiempos de dictadura que poseía la ciudadanía chilena. Se decía que los colocolinos eran los de derecha (pinochetistas) y los “chunchos” de izquierda (comunistas). Los chilenos comenzaron a notar lo favorecido que estaba el Colo-Colo durante la dictadura y lo perjudicados y afectados que estaba la Universidad de Chile, atribuyendo esto al abuso de poder de Pinochet, por lo que quienes estaban en contra de la dictadura, apoyaban a la Universidad de Chile y lo contrario con Colo-Colo.

El apoyo de los hinchas de ambos equipos estuvo conectado con la influencia política del contexto de dictadura y muchos de estos hinchas siguen siéndolo hasta el día de hoy. Puede que no se observe muy bien en las nuevas generaciones, pero en nuestros padres y abuelos se nota claramente que quienes dicen ser abiertamente partidarios de la derecha son colocolinos y quienes dicen ser de izquierda son chunchos. También la influencia sigue generación a generación, desde padres a hijos, muchas veces sin saber la razón principal por la que se produjo este fanatismo, mientras que otras veces pasa lo contrario y hay 2 hinchas de diferente equipo en una misma familia que pelean a muerte como lo hacían los pinochetistas y los comunistas en aquellos días trágicos de dictadura.







¿Por qué no hacer campaña política?

Cuando tenía 8 años, el primo hermano de mi mamá se postuló como candidato a diputado por el distrito 58 de ese entonces, en el año 2005. Fue ahí que percibí la política en ese sentido, es decir, el partidista o electoral. Como se trataba de un familiar directo, junto a mi mamá le hicimos campaña yendo por sectores rurales sobre todo entregando panfletos o hablando de forma muy mínima sobre sus propuestas, obviamente, no tenía ni la menor idea de las implicancias que podría tener un diputado. Finalmente, perdió esas elecciones, pero en las del año 2009 obtuvo la primera mayoría y nuevamente le ayudamos para que sea electo. Lo contradictorio es que para esa fecha, aún no entendía qué era ser diputado y mucho menos el partido al que estaba inscrito.

El 2011 con las movilizaciones que hubo en Chile, repetí el año en el Liceo que estudiaba al igual que la mayoría de mis compañeros del establecimiento. Fue recién ahí que entendí en cierto nivel y sentido lo que era ser diputado, lo que representaban los partidos políticos y su incidencia en el acontecer nacional.

Ahora que lo veo en retrospectiva, es claro que no hubiese hecho campaña electoral por mi tío, aspi fuese familiar, ya que no representa la visión de país o sociedad que concibo, y más aún, por el vicio que considero existe en la política partidista

Finalmente, mi tío sigue siendo diputado hasta el día de hoy, es decir, lleva tres períodos siendo electo y esta experiencia significó una puerta de entrada para entender un poco el mundo de la política partidista, ya sea que haya estado de acuerdo o no, la entretención de niño de salir a un lugar y a otro fue mi motivación para hacerle campaña de forma inocente.

Escrito por: Franco Nauto Santana

La política en mi familia

Recuerdo estar tardes en casa de mis familiares y me llamaba la atención que en la pieza de unos de mis primos se encontraba una foto de Pinochet en un atuendo militar. Lo cual me causaba extrañeza ya que en la casa se me comentaba lo malo que había sido este personaje para la historia del país. De cómo estaba en ese entonces viejo y senil, a lo que mi madre me contaba que a la gente mala, Dios aún no se los llevaba para que sufrieran.

Junto a lo anterior, recuerdo cuando anunciaron la muerte de Pinochet, este mismo primo salió de la casa rumbo a la casa del difunto para mostrar sus condolencias a la familia del difunto, junto con asistir a su velorio. Mientras en las calles se mostraba a la gente reunida en plaza Baquedano alegrándose por lo sucedido. Junto con mi padre que tras irse mi primo se mofaba de la muerte del dictador.

También recuerdo que en el año 2012 dos de mis primos se propusieron como candidatos a concejal para las comunas de Lampa y Conchalí, siendo esta última en la que vivo, recuerdo que todos mis familiares los apoyaban e iban con ellos a hacer campañas. Y si bien mis padres no eran adherentes a su ideas políticas y tampoco se unieron a ellos para hacer campañas si decidieron votar por él, dado que lo conocían y sabían que no iba hacer un mal servidor público. Al finalizar ese día se dieron los resultados para que aquí primo que se había postulado para mi comuna había salido concejal, mientras que el otro, quien se postuló a lampa no logro serlo.

Tras ser concejal debo de reconocer que se mostró bastante activo por la comuna, fundando junto con otro de mis primos, aquel que poseía una foto de Pinochet en su puerta, una escuela de fútbol que ha servido para reunir a la comunidad.

Sin embargo, tras pasar 4 años y al buscar la reelección mi primo, mi familia y familiares decidieron no apoyar tan enérgicamente a mi primo, e incluso no votando por él, debido a un distanciamiento de él con todos nosotros. Con lo anterior eso me muestra que en nuestra familia si bien puede haber posiciones políticas muy marcadas seguimos formando una comunidad que busca apoyarse en todo momento.

Como conclusión de cómo mi familia vive la política y ya poniendo un énfasis en la actualidad con las votaciones del 25 de octubre. Mientras mis primos mayores bromeaban quién más iba a votar por el apruebo, además del comunista de mi padre y nos instaban a no seguir su ejemplo. Mi padre contratacaba compartiendo un video con la canción “El pueblo unido jamás será vencido”, canción que hace más de un mes había escuchado a diario y que ya me tenía un poco harto. Lo que reafirma el comportamiento de mi familia con la política en general, y el que yo he adoptado, el cual la política solo se habla en el almuerzo y no es lo suficientemente importante para que ésta lo eche a perder

Escrito por: Matías Pavez Alfaro

Creciendo autónomamente en la política


A pesar de tener recuerdos ambiguos y confusos en mi etapa de niñez, al momento de relacionar cada uno de estos con la política se me viene a la cabeza el haber tenido el sueño de miles de niñas y niños, el cual era llegar a ser, en un futuro, el presidente de la república para poder hacer muchas cosas que de niño se nos ocurría. Un ejemplo de aquella imaginación y que siempre recuerdo era que quería ser presidente por 2 razones. Una era para no tener clases hasta tan tarde y la otra estaba orientada a crear más plazas con juegos para poder disfrutar más de mi niñez, por lo que cuando lo recuerdo me causa risa y felicidad. De aquí puedo rescatar que cuando niño miraba la política como algo que le entregaba poder a una persona que estuviera ejerciendo un cargo, algo que hoy en día no está tan alejado de la realidad.

Al transcurrir el tiempo esta idea fue desapareciendo, ya que mis padres nunca han sido muy apegados a la política, dado que, si bien ellos iban a votar siempre (aunque estuviera cayendo nieve o una tormenta apocalíptica), ellos decían que votaban por el que más ayuda al pueblo, al fin y al cabo, dejando de lado el mundo de la política para más adelante en mi etapa de crecimiento.

Estudiaba en un colegio familiar, por lo que cuando ocurrió la gran revolución pingüina en el año 2006 (iba en 6to básico) y el movimiento estudiantil el 2011 (iba en 8vo básico) siempre veía lo que mostraba los noticieros, pero nunca me pude informar de buena manera ya que mi entorno social era cerrado ante aspectos de política. Posteriormente, en el año 2012 ingresé al INBA, en el cual es aquí donde empiezo a internalizar al mundo de la política de una manera propia y racional, en el cual hace que por primera vez tenga un punto de vista en lo político. Recuerdo que en el INBA las instancias sobre debate con respecto a la política eran amplias, ya que siempre teníamos asambleas, discusiones, entre otras actividades similares bajo el respeto por la opinión de los demás. Entonces, es aquí donde considero yo que mi influencia en la política fue el inicio en mi etapa de vida.

Finalmente, todos estos hechos me han formado como una persona racional y reflexiva en el mundo de la política, en el cual me ha ayudado a poder discernir de un propio punto de vista, el cual ha sido personal y no guiado ni influenciado por otras personas o terceros

Escrito por: Oliver Jara Gamonal

No me gusta la política pero me la aguanto

Antes que todo, me gustaría comenzar este relato diciendo que mi relación con la política es casi nula. Puede que hasta me consideré a mí misma como apolítica. No me interesa realmente y jamás me ha interesado. No me considero de derecha, izquierda, centro, etc. Ni siquiera conozco los partidos políticos que existen en el país. Soy de las personas que no va a votar. Sé que es reprochable, mis padres y hermana mayor me lo dicen todo el tiempo, pero simplemente no me interesa. La razón por la que creo que esto es así es porque crecí en una población militar y dentro de una familia muy Pinochetista. Estos siempre fueron temas muy delicados y se tocaban muy poco en el día a día. Además, estuve en toda mi enseñanza media en un colegio católico, en donde el tema de la política tampoco era muy tocado. Jamás recibí enseñanzas sobre estos temas, ni en la casa ni en el colegio. Crecí sin saber muchas cosas sobre estos temas y odiando la historia de Chile porque me parecía la cosa más aburrida del mundo. 

A pesar de todo lo anterior, puedo identificar actos políticos en mi niñez que, en mi mente de niña inocente, no los asocie como tal. Puedo recordar que un vecino mío punk y amigo de mi hermana mayor fue golpeado con cadenas por un grupo de neonazis por ser punk e hijo de militar. No tiene mucho sentido para mí, pero fue así. También recuerdo a la misma hermana, que es seis años mayor que yo, ir a marchas el 2006 y 2011. Yo no tenía idea de qué eran esas marchas ni para qué. Sólo sabía que mi hermana iba a protestar a las plazas del centro de Santiago, llegaba toda mojada por el guanaco y mis papás se enojaban un poco con ella. Recuerdo cuando me cambié de casa a La Florida (vivía en San Bernardo) y, por ende, de colegio, en donde mis compañeros quedaban un poco impactados y asustados al saber que era hija de un suboficial retirado del ejército. Incluso, me gustaba jugar con eso diciéndoles a mis compañeros que mi papá era pesado, sabía usar armas e incluso tenía una katana (aunque todas las cosas son verdad). Seguí ese juego incluso en la universidad, donde obtuve incluso más reacciones de sorpresa y miedo que en el colegio.

Son esos pequeños detalles en donde sé que está la política involucrada, y que para muchos su identificación es obvio, pero para mí no lo fue tanto. No me gusta relacionar las cosas de mi vida con la política. No me siento cómoda con ella.

A pesar de todo lo anterior, sé que la política es muy importante para el país y si tengo un estudiante, algún día, que esté interesado plenamente en la política, lo voy a apoyar con las herramientas que pueda y con todo el corazón.

Escrito por: Bárbara Cofré Arancibia

Boston College La Florida - Bárbara Cofré

 Durante toda mi enseñanza media, desde séptimo básico a cuarto medio, estuve en el colegio Boston College de la comuna de La Florida, ahora...